viernes, 17 de octubre de 2008

Una mesa de tres.


(Se escribió hace como un año, pensé que lo había perdido. A la persona que se le escribió ya no le tengo el mismo afecto... empiezo a pensar que los afectos mutan más que otra cosa)

A Fabiola (que lo guardó todo este tiempo).


En tu casa hay paz
y muchas otras cosas…
…hay un café que siempre me espera,
un cigarro siempre, porque tal vez lo único que buscamos es calor,
un reloj, al cual no tomamos mucho en cuenta,
y el tiempo pasa;
simplemente pasa.

Pero en tu casa hay algo más,
hay una filiación de esas espontáneas,
jugamos a ser algo que no somos
pero que ya de tanto pretender nos acostumbramos,
hay recuerdos, muchos recuerdos,
tú me hablas de alguien que nunca conocí
pero que es uno más en la mesa;
a veces siento que nos escucha y que nos ve,
siento que me observa
e imagino que te dice cosas al oído sobre mí
y él está allí en la otra silla
junto a la tuya
sé que allí está.

Yo en cambio te cuento cosas,
esas cosas que a los veintidós…
[Suspiro]
En tu casa siempre hay una noche que se nos desgasta muy rápido,
una noche que desgarramos con carcajadas o susurros,
una noche cómplice,
que nos queda corta.

En tu casa,
allí en la cocina,
hay una conversación que siempre dejamos inconclusa,
en el fogón,
creo que inconscientemente la dejo así
y tener una razón para volver.
Tal vez por eso siempre me traigo algo de tu casa,
para asegurarme de volver.
Algunas veces siento que podría pasar más tiempo contigo,
pero prefiero respetar tu soledad,
sé que has aprendido a disfrutarla,
y además, es bueno que nos extrañemos.

A veces cambiamos de papeles
Te has dado cuenta?
Yo me siento viejo y cansado
y tú…cuando pones esa cara de niño pícaro
o cuando no aguantas el peso y rompes a llorar.
No tengas miedo de llorar! no frente a mi,
No te has dado cuenta que retuviste muchas lágrimas?
Así como hago yo cuando tú lloras,
juego a ser fuerte,
o si no se arma una de sacar los coletos.

Nunca te dije que también he llorado en tu casa,
una noche que me quedé,
y en la oscuridad, mientras tú dormías,
No aguanté…
…me sentí muy niño,
y yo era muy chiquito en una cama inmensa,
y estaba el monstruo del armario,
o era el de debajo de la cama?
La cosa es que tuve que ser muy fuerte
para no despertarte a gritos.

La próxima vez que te visite,
recuérdame que no soy tan viejo como me siento,
que tengo mucha vida por delante
y muchos errores por permitirme,
muchos, que a esta edad uno tiene la cuponera llena;
dame uno de esos coscorrones tuyos,
de esos que duelen muchísimo,
que yo te recordaré que tienes una mirada de niño,
que no estás tan calvo como crees,
que el espejo miente,
y que en realidad no es como tú dices
te recordaré que te necesito…
…y que en la mesa somos tres.

I.

5 comentarios:

Jernest dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Jernest dijo...

LOVED IT!!! totally...

Por eso y muchas cosas más es que te mereces lo que te regale... quieres verlo? esta en mi blog.. go get it!

Te va a gustar. muackk

JDD dijo...

Peter, qué soltura tienes con las palabras!
Excelente! muy bueno!
Gracias por tus comentarios!
No te tienes que sentir mal por lo que me dices del dinero, para nada...eso es lo justo, que todo el mundo gane, y que siempre que lo aspire y que lo merezca, pueda ganar más, simplemente hay que tener en cuenta a los menos afortunados que nosotros, darles una mano y hacer lo que uno pueda por cambiar la situación de pobreza en el mundo.
Y una preguntica: dónde queda la Tienda del Cine???

JDD dijo...

Gracias! un día de estos me paso por allá!

Eli dijo...

...Y una ciudad como un campo de juegos. Todo o nada. Ahora o nunca...

Pero tú, olvidar, jamás.

Hermoso poema...

<3